Estoy sentada en el banco del parque, enfrente escucho como se columpian dos niñas. De mientras los padres charlan de los disfraces que llevaran las niñas para el carnaval de la escuela, este año reciclan materiales para crearlos.
Se me acerca un señor al banco y veo que estoy en medio plantada, le hago un hueco, moviéndome al lateral derecho. Es pronto, pero ya respiro el ambiente de fin de la jornada del viernes. Aumenta el volumen de las familias en el parque, se acerca el buen tiempo. Escucho el bullicio de varias conversaciones a la vez, se echaba de menos.